Recuerdos del rodaje de la película

El director ha conectado con la necesidad social que existe de que la infancia pueda desarrollarse en un ambiente seguro, con un acompañamiento respetuoso y con amor. Y así lo ha trasmitido dando a conocer a nivel mundial la figura de Madre de Día.

Penélope Cruz

Con la Madre de día Ainhoa Limón

Almodóvar

con Ainhoa Limón

El equipo

en Casita en Amores

Cuando Pedro Almodóvar eligió mi hogar de Madre de Día “Casita en Amores” para rodar una escena de su película Madres Paralelas, fui consciente de que se iba a dar a conocer al mundo una profesión, la de Madre de Día, que está dando respuesta a una gran necesidad en la sociedad de hoy:

El derecho en la primera infancia a crecer en un Hogar rodeado de amor.



En la película, Janis, el personaje que interpreta Penélope Cruz, después de una mala experiencia con la aupair que atiende a su bebé, busca la mejor opción posible para el cuidado de su hija y elige a una Madre de Día. ¿Qué le mueve a una madre a tomar esta decisión? El deseo de dejar a la persona que más quiere en el mundo con alguien con entrega, que se implica, con la formación adecuada y que le va la vida en ir mejorando cada día su práctica. Alguien que está ahí también para acompañar emocionalmente y no solo asistencialmente. Alguien que va a dar amor, contención, seguridad, límite, sostén, estructura …



La primera vez que Almodóvar vino a ver mi hogar con todo su equipo, estuvimos charlando sobre lo importante que había sido para mí cuando estuve en algunas escuelas infantiles de Berlín, poder ver cómo se trataba allí a los niños y niñas. No quiero decir que en España no ocurra, quiero decir que era la primera vez que yo veía en mi vida cómo se acompaña a la infancia desde el respeto real. Desde crear un apego seguro, donde la criatura puede ser ella misma, se puede expresar sin juicio, donde el foco está en sus necesidades y después las de la persona adulta o las del sistema económico, mirarle como un ser capaz, poder orientar hacia la autonomía y en consecuencia la autoestima, y no solo autonomía de la vida práctica, también la emocional, afectiva. El amor propio. Cómo hubiera sido mi vida si yo hubiera podido recibir estos cuidados de pequeña, comentábamos, y Pedro contestaba, pues en mí generación imagínate, mucho peor. La violencia está en el propio sistema de organización en el que vivimos y en muchas de sus instituciones, incluida algunas formas de vincularnos normalizadas que son tóxicas y nos hacen daño.



Creo que Pedro Almodóvar como artista ha conseguido conectar con el cambio de paradigma que está sucediendo en el mundo de los cuidados y de la educación. Existe una imperante necesidad social de construir nuestros vínculos desde el poder ver al otro, la escucha, el respeto, el cuidado mutuo, el amor. Dejando atrás formas de vincularnos en las que no nos sentimos vistos, tenidos en cuenta, ni peques ni adultas-os. Y esa precisamente es la apuesta del acompañamiento respetuoso, de las Madres de Día y de todas las personas que están trabajando para hacer posible esta nueva era de cuidados respetuosos. En un propósito de mejorar el mundo desde la forma de vincularnos. Esos movimientos sociales es lo que ha captado el artista y ha hecho eco a nivel mundial. Aplaudimos con ilusión su iniciativa y agradecemos de corazón. Desde siempre los artistas han estado en la vanguardia de los cambios sociales y ahí estamos en equipo, en red remando hacia la transformación.